miércoles, 20 de mayo de 2015

Sólo quiero un vaso de licor

Sólo quiero un vaso de licor y un cigarro (¿es cliché pedir eso?).

*Si, lo es, piensa en otra cosa*

Pero no quiero otra cosa, sólo quiero un cigarrillo y un vaso de whisky.

*Viejo, ese es el lugar más común de todos*

¿Y qué quieres que haga, que me siente y tome un cocktail y espere a que llegué una rana gigante o algo así?

*De hecho eso es muy Murakami*

Debes estar jugando.

*No, así tiene un cuento, es muy bueno*

Ok, ¿Murakami tiene un cuento donde un tipo bebe cocktailes, lo visita una rana gigante y encima te gusta, pero yo no puedo tomar whisky ni fumar?

*El cuento no va precisamente así, pero si. Lo importante aquí es que Murakami no uso un lugar común como el que tú quieres. Es más, si la cosa siguiera como quieres, seguramente serias un detective privado venido a menos o un desempleado en mala racha*

...

*Lo sabía. ¿No puede ser otra cosa que no parezca un desecho de Bukowski?*

Déjame en paz, Es para lo que soy bueno.

*Como vas a saberlo si ni quiera hemos llegado a esa parte*

¿Entonces que propones?

*Qué te parece si eres un músico*

Y te quejabas de los lugares comunes

*Tienes razón. ¿Un payaso te parece mejor?*

Viejo, todos odian a los payasos. Quiero ser un perdedor adorable y vicioso, no un payaso patético.

*Todos los perdedores tiene algo de patéticos*

No voy a ser un payaso

*En ese caso un granjero de hortalizas orgánicas*

¿Estás drogado? ¿eso que tiene de chiste?

*No te apresures, sólo escucha. Eres un granjero de hortalizas orgánicas en una ciudad del norte de México. Un día unos narcos te acorralan y obligan a sembrar marihuana*

NO. NO TE PASES. NO me vas a quitar mi cigarro y mi whisky para ponerme en una historia narco-hipster

*Bueno, bueno, quizás no es el mejor concepto, pero checa esta otra idea: eres un repartidor de piz*

BASTA. Mejor tu escucha esta propuesta: Soy un escritorucho de a peso, de esos que sólo han escrito un cuento bueno en su vida y lo reenvían a cada concurso cada año. Vivo con mi madre, Tengo un hijo al que no puedo mantener ni ver. Cada día bebo más y más, porque es la única manera en que puedo escapar de mi vida y una noche, medio borracho, en una hoja en blanco, escribo:

Sólo quiero un vaso de licor y un cigarro (¿es cliché pedir eso?).

sábado, 11 de abril de 2015

pasó

No sé si te has percatado que cada vez que te visitaba hablabamos casi siempre de ti; de tus problemas; de tus desamores; de tus planes; de tus miedos.
No es reclamo.
Sólo quiero explicarte (sin que me lo hayas pedido jamas) el porque.
Es que, si habláramos de lo que yo siento, tendría que decirte que tengo años enamorado de ti.
Que te conocí para ayudar a un amigo a estar contigo, pero de inmediato te quise. No hice nada, le fui leal a mi amigo.
El tiempo pasó. Mi amigo también.
Pero tuviste a alguien a quién llamas el amor de tu vida. No hice nada, quise que fueras feliz.
El tiempo pasó, El amor de tu vida también. No lo olvidaste, siempre lo mencionabas. Yo no hice nada, me fui fiel a mi mismo.
El tiempo pasó. Mucho tiempo pasó, muchas personas pasaron. Eran tantos años ya que pensé que sería un error querer estar contigo.
Pasaron viajes, hombres para ti, mujeres para mi, años.
Y luego supe, por alguien a quien te presente, que tu querías estar conmigo... pero cuando me enteré, tu ya habías pasado, te habías ido.
Lo único que no ha pasado es lo que siento por ti.

viernes, 10 de abril de 2015

Mierda

Me dejaste hecho mierda.
No porque me doliera que te hubieras ido (me hubiera ido a decir verdad).
No por como te burlaste de mi.
No porque toda fuiste una mentira.
No porque extrañara tus tetas, tu vientre de miel, tus piernas sin tono muscular o tu culo de leyenda urbana (inexistente).

No nena. Nada de eso.
Me dejaste echo mierda porque sin querer reproduje toda tu mierda.
Me apropie de ella.
De tus pinches mentiras. De tus pinches críticas hasta a la forma de vestir de cualquier pobre cristiano que se cruzase en mi campo visual. De tu nariz fruncida al menor estimulo que no fuera como lo ordenaste o pensaste. A esperar que me pagasen todo. A hablar mierda a la espalda de los demás. A fingir que la gente que desprecio me cae bien. A ser controlador. A ser celoso. Todo eso lo tenías tú, nena, y te lo copie sin darme cuenta.

Por eso estoy aquí. Vine a devolverte todo eso. No estoy loco. Sé que es posible. Sólo se trata de realizar un acto psicomágico en el que te devuelva eso y yo quedé libre de toda esa mierda que no mía. Concentre todas esas actitudes, sentimientos, ideas, malas vibras en esta cosita.
Si. Es lo que crees.
Lo meto en el barril...

*Bang, directo al corazón*

*Bang, bang, bang, bang, bang*

Wow, no creí que fuera  a sentir tan ligero, después de esto.




martes, 17 de marzo de 2015

RRR II V2

La carretera canta, pero no lo hace muy fuerte.Para escucharla hay que alejarse. Alejarse de todos, de todo menos de la carretera.


Un chevrolet Biscayne a cien kilometros por hora, atraviesa el desierto.


why don't we do it in the road


Él la mira. Ella sonríe. El auto sale del camino. Una nube de tierra. La carretera solitaria. Nadie los ve. Lo hacen con violencia, como a ella le gusta, como el diablo le enseñó.


El sol comienza a bajar. Ella lía un cigarrillo. Ella solía liar los cigarrillos a su papá. Lo enciende. Con cuidado lo pone en los labios de él. Èl sonríe. Casi nunca sonríe. A ella le gusta que él sonrìa.


Se detienen en Josefina’s. Dentro las luces amarillentas encendidas. Las mesas viejas. El olor de la comida. Las cabezas de venados en las paredes. Ella pide pay y una malteada. Él una hamburguesa “poco cocida, por favor” y una cerveza. La regaña por sólo comer dulces. Fuman.


Quedan pocas minutos de luz. Salen. Del otro lado de la carretera un Cadillac negro. No se puede ver al conductor. Ella se estremece. Es el momento hora. Suben al biscayne.


  • no tienes que hacer esto - dice ella desde su asiento.


Él se inclina sobre ella. La besa, lentamente, largamente, suavemente, violentamente, salvajemente, tiernamente.


  • shhh - le responde. Saca una botella de la guantera. Da un trago largo y la regresa.


El biscayne enciende. El auto negro enciende. El estereo se enciende por sí mismo. . Los autos se emparejan. Él mira el cadillac negro. No puede ver al conductor, pero siente su mirada quemándole el alma. Aceleran los motores.


Termina rumble. Silencio. Silencio. Silencio <race with the devil de Gene Vincent>. Arrancan a toda maquina. Van parejos. El cadillac choca el costado del biscayne. El biscayne logra mantener el control y regresa el choque. Empuja el cadillac hasta que la mitad va fuera del camino. El biscayne desacelera. El cadillac se coloca frente a él.


Adelante una curva. El biscayne acelera. Empuja al cadillac. El cadillac no puede tomar la curva, sale disparado del camino.


El cadillac se recupera. Se acerca. Los choca por detras. Las vías del tren adelante. El ferrocarril que se acerca por la izquierda. El ferrocarril. El biscayne frena. El cadillac acelera, los rebasa. El biscayne acelera. Choca el diagonal al cadillac. El cadillac pierde el control. Se estrella de frente con la locomotora. El biscayne frena.


Ella llora en silencio. Él se inclina sobre ella. Toma su cara. La besa.


  • ¿se terminó? - pregunta entre sollozos
  • sí - responde. Da otro trago.

El tren sigue su camino. El biscayne arranca. Lo hacen nuevamente durante la noche en algún lugar de la carretera.

jueves, 12 de marzo de 2015

casi 30

A punto de cumplir 30 la vida no es la misma que cuando inicié este espacio.

Ya no sueño con ser un escritor reconocido, pero sigo deseando vivir en la buhardilla jocosa de una ciudad grande llena de luces y donde los encuentros con desconocidos que dejan de serlo son milagros cotidianos.

Y no hago clown por hobby, lo hago por pasión, por trabajo y dinero. Ya no veo el descubrimiento de este arte como un camino largo y sinuoso, el perfeccionamiento es el camino largo y sinuoso, pero su entendimiento lo tengo en mi, en cada descubrir y explorar.

No siento que la vida se me vaya y tenga que hacer mil cosas. Siento que hay mucho que debo hacer, pero no hay prisas, quizás porque he aprendido a valorar tanto el tiempo y cuidado que invierto en lo que hago como el producto final.

Ya bebo y disfruto enormemente el sabor de un buen whisky. Tolero el triphop y otras músicas que antes no.

Estoy por convertirme en padre, quizás de la niña que soñé hace años quizás de alguien más bella que mi sueño, pero camino solitario, enamoradizo por las calles de esta ciudad polvorienta y poética.

Vivo de la comida, de la docencia, del arte, de lo que amo.

Me muevo en bicicleta por la ciudad a contraviento, de subida o bajada, a donde sea, por lejos que este. Tengo mis tintas. Mis drugos, Mi familia. La música y los libros.




en mi casa vive una bruja

En mi casa vive una bruja. Es muy vieja, viejisima, antigua, antiquísima. Se le pueden oler los milenios acumulados en los pliegues de la ...