martes, 11 de junio de 2013

Fouquets

Avenida Colón, 102 norte.
En el consultorio del doctor Milan Martinez:

¿Qué tal si lo dejo todo?

Dejo el master, el trabajo, a mis amigos, a mis amigas.

Tengo suficiente dinero para un par de meses de renta y la despensa correspondiente. Pudiera ir a Guadalajara o al Distrito Federal, son lo suficientemente grandes como para simplemente llegar y hacer, hacer lo que sea, que más da... aunque no iría a hacer lo que sea.... no, debería empezar en la cocina de algún buffet chino... mejor aún en la cocina de un café de chinos, esos lugares preparan de todo. Lo más probable es que deba empezar como lava losa, pero está bien, hasta fregar platos tiene su buena dosis de zen y arte.

Va a ser duro... vamos, allá nadie me conoce y voy a iniciar en algo que nunca he trabajado... además... acá ya tengo un nombre hecho, un camino recorrido, cada mes sale mi nota en el periódico, tengo mis clases aseguradas... incluso es garantía que cada función tengo medio teatro lleno... ¿Voy a dejar eso por un sueño puñetas?

Además, DF y Guadalajara son ciudades monstruosas, no creo que ese ritmo de vida vaya conmigo... Monterrey ni hablar, allá la gente va tan rápido que ya se les diluyó el alma... O será que sólo busco excusas porque en realidad tengo miedo. No me cuesta admitirlo, tengo miedo, para que salir del estatus quo, para que jugármelo todo, si ya se que voy a perder... No tiene caso, tengo mucho aquí, tengo muchas cosas que hacer en este lugar como para simplemente botarlo todo a la basura.

"Ya puede pasar, joven, el doctor lo está esperando" .

Dos días después en la cocina del restaurante Fouquet. Número 99, avenida Champs-Elysées en París, Jean-Yves Leuranguer sonríe y estrecha su mano mientras dice "Soyez bienvenue dans notre cusine"



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En mi casa vive una bruja. Es muy vieja, viejisima, antigua, antiquísima. Se le pueden oler los milenios acumulados en los pliegues de la ...